Los dos principales artífices vivos de Pink Floyd, Roger Waters y David Gilmour, volvieron a reunirse para un show benéfico en Gran Bretaña. Fue evento íntimo en el Kiddington Hall de Oxfordshire que sirvió para recaudar fondos y ayudar a la Hoping Foundation (Hope and Optimism for Palestinians in the Next Generation).
Cuando todos pensábamos que después de su aparición en el festival Live 8 hace cinco años en el Hyde Park de Londres y las polémicas declaraciones posteriores de Water y Gilmour, finalmente el domingo pasado volvieron a tocar juntos en un show exclusivo para 200 personas en el que recaudaron 530 mil dólares.
La dupla también interpretó en esta ocasión cuatro canciones: Wish You Were Here, Confortably Numb (esas mismas dos las habían tocado en Live 8), Another Brick in the Wall (Part II) y un cover del tema de Phil Spector, To Know Him Is To Love Him, una canción que -comentó Gilmour en su blog- siempre la tocaban en los ensayos y en las pruebas de sonido de la mítica banda.
Pese a lo esperado del reencuentro, Waters relativizó el hecho, confirmó que no hay planes de girar juntos (ni como Waters & Gilmour ni como Pink Floyd) y que él piensa hacer una nueva gira por los Estados Unidos y Canadá a partir de septiembre (el tour arranca el 15, en Toronto) presentando The Wall .
No sólo los ex-Floyd participaron del evento a beneficio de los niños palestinos. También pasaron por el escenario Nick Cave -que fue acompañado por Kate Moss en pandereta- y Tom Jones.
Si bien Pink Floyd todavía existe, Waters abandonó el grupo en 1985 a lo que siguió una larga serie de disputas legales. En 2006 murió uno de los miembros fundadores del grupo, Syd Barrett. Dos años después, en septiembre de 2008, falleció el tecladista Rick Wright. El otro sobreviviente de la formación original (Gilmour, de hecho, no lo es) es el baterista Nick Mason.
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